No hay solución desde el
Ayuntamiento. Lo dicen los vecinos de Beurko. El Consistorio sigue sin resolver el problema de los excrementos de perro que 'adornan' el barrio, ante lo que los afectados consideran que la zona es, de hecho, un 'pipi-can' y que, además, no tiene sistema de mantenimiento porque los servicios municipales no retiran los desechos. El
12 de enero el alcalde, el socialista Tontxu Rodríguez, —que ha recibido repetidas reclamaciones vecinales— anunció por todo lo alto el endurecimiento de las sanciones por este tipo de hechos, pero los residentes revelan que 'pocas nueces'.