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El Correo | Hay vida después de la industria

En lugares con un pasado fabril tan marcado como Barakaldo, es aún más sorprendente la escasez de edificios industriales que han sido reutilizados. La Escuela de Idiomas se aloja desde 1992 en un antiguo matadero. Obra del arquitecto municipal Alfredo Acebal, el matadero de Barakaldo fue edificado en 1918 para hacer frente a las necesidades de la creciente población de la localidad. Sigue leyendo