Vecinos de Lutxana reciben con preocupación la incertidumbre provocada en torno a la regeneración del antiguo enclave industrial. Para muchos, el sueño se esfumó de repente tras el anuncio de la suspensión de pagos por parte de iurbenor. Para otros, «se veía venir». Es el caso de Imanol Expósito, a quien el plan presentado a bombo y platillo por la promotora le generaba «cierta desconfianza». «Era un proyecto demasiado faraónico como para que se hiciera realidad de la noche a la mañana», argumentó el hostelero, dubitativo ante la llamada a la calma realizada desde el Consistorio. Sigue leyendo