Las 81 viviendas sociales que el Gobierno Vasco está construyendo en Lutxana-Munoa, algunas de las cuales están destinadas al realojo de las familias afectadas por diferentes planes urbanísticos, acumulan un retraso cercano a los dos años, ya que las primeras comenzaron a construirse en 2005 y tenían un plazo de ejecución de 24 meses.
El 9 de marzo de 2005, poco antes de las elecciones autonómicas, el consejero de Vivienda y asuntos Sociales, Javier Madrazo acudió a colocar la primera piedra de 42 viviendas sociales que, con un coste de 3.842.742 euros, tenían un plazo de ejecución de dos años.
Al acto también acudió el alcalde, Tontxu Rodríguez, que por entonces mantenía un enfrentamiento con la consejería por la ordenanza municipal de viviendas locales que recibió duras críticas por parte de Madrazo, aunque al final su departamento aceptó que los ayuntamientos puedan promover viviendas de protección local.
En mayo de 2006, el Ejecutivo vasco comenzó la construcción de otras 39 viviendas sociales, que tenían un presupuesto de 3.361.315 euros y que, según se anunció entonces, estarían concluidas en el segundo trimestre de 2008.