Jugadores sí, pero lo justo, sin derroches ni excesos. Este año, coinciden los loteros vizcaínos, la crisis está conteniendo la venta, aunque sin llegar a extremos preocupantes. «Lo primero es la hipoteca, luego el colegio de los niños, después la cesta de la compra... y lo que sobre, para lo demás. Aún tenemos que hacer cuentas pero creo que la devolución va a ser terrible, porque estamos vendiendo igual que el año pasado pero raspado... ¡Y contentos!», confiesa Miguel Ángel Martínez, regente de la administración 4 de Barakaldo.
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