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El Correo | La excepción entre las grandes urbes

El incremento poblacional de Barakaldo tiene un doble valor. Por un lado, borra las desoladoras secuelas de la decadencia industrial. Por otro, se enmarca en un paisaje que no es tan atractivo como a veces se pinta. La otrora ciudad fabril, de hecho, es la única que crece entre las grandes urbes de Vizcaya. Sigue leyendo