Ya han pasado cerca de doce años desde que el concejal de cultura Jon Sánchez (PNV) eliminara por decreto las subvenciones y permisos para la realización de las fiestas de varios barrios. Desde este momento la amenaza de la desaparición comenzó a acechar sobre las fiestas del barrio de Bagatza por medio de prohibiciones, amenazas de multa, acoso policial, asfixia económica... Pero las ganas de fiesta y la imaginación de vecinos, vecinas y colectivos han ganado año trás año la batalla a la negación y la sinrazón municipal.
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