El Ayuntamiento detecta más de 600 posibles intentos de estafa entre las solicitudes atendidas este año. Cuando las familias piden ayudas sociales, suelen tener los bolsillos semivacíos. Apenas les llega para hacer frente a gastos de primera necesidad como pagar la hipoteca, abonar el alquiler o comprar unas gafas. El problema es que algunos ciudadanos se han especializado en enmascarar su buena salud económica bajo un manto de cuentas en números rojos con el único objetivo de obtener una subvención.
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