El CIP expulsa a dos alumnos que causaron lesiones a un compañero durante una pelea

El Centro de Iniciación Profesional (CIP) ha expulsado a dos alumnos menores de 16 años que causaron lesiones a un compañero en una pelea que los tres mantuvieron el pasado 11 de febrero fuera del centro educativo y que los responsables municipales consideran que ha sido un incidente aislado. El concejal de Educación y Cultura, Carlos Fernández, ha ofrecido una rueda de prensa para salir al paso de las noticias aparecidas hoy en algunos periódicos y ha confesado que asiste “perplejo y enfadado a la ceremonia de la confusión” que se ha creado. El edil consideró que el antecedente de lo sucedido en Ermua, donde una niñas de 15 años recibió una paliza, ha “magnificado un incidente” que en otro caso no hubiera tenido ninguna repercusión y afirmó que solo ha sido “una trifulca, una pelea, que no se puede calificar de agresión brutal, ni de acoso escolar” . Insistió en que se trata de “un incidente aislado” entre jóvenes cuyo único nexo es que eran alumnos del mismo centro, y tras recordar que la pelea se produjo el día 11 fuera del centro educativo, destacó que la dirección del centro decidió el día 13 expulsar a dos de los tres implicados en la pelea. El concejal indicó que el conflicto estaba solucionando a través de los cauces habituales porque se puso en marcha el protocolo establecido en estos casos y lamentó que la madre del alumno que sufrió las lesiones haya acudido a la prensa y haya puesto a su hijo “bajo el ojo público”. Reconoció que la madre ha podido tener “la mejor de las intenciones” al denunciar ante los medios de comunicación lo sucedido, pero insistió en que al pretender protegerlo de nuevas agresiones no ha calculado las repercusiones que ha tenido su denuncia. Anunció que la dirección del centro controlará el comportamiento de este alumno porque no se ha sufrido una agresión y no es “una víctima indefensa”, sino que participó en una riña con otros dos alumnos a los que se ha expulsado porque se les consideró “más culpables”. Fernández señaló que los sucedido no es “ni significativo ni representativo del ambiente escolar del centro y no refleja el trabajo duro que durante muchos años se ha hecho para integrar a los jóvenes” que asisten al mismo, y transmitió un mensaje de tranquilidad a la comunidad educativa.