Hay que notar que siete estaciones han registrado porcentajes de captura de datos inferiores a los mínimos establecidos por la normativa, por lo que las conclusiones expuestas en este apartado deben ser consideradas teniendo en cuenta esta insuficiencia de la información de partida. Además, parte de las estaciones públicas y las del puerto de Bilbao, no son consideradas por el Gobierno autonómico en su evaluación de la calidad del aire, y por lo tanto sus mediciones no se trasladan a la Comisión Europea, incluida la estación de tráfico de Bilbao que en años pasados ha venido incumpliendo el valor límite anual de dióxido de nitrógeno, sin repercusión pública ni consecuencia legal hasta la fecha.
Por otro lado, en los últimos años se han suprimido las estaciones de Arrigorriaga, Náutica (Portugalete), Elorrieta, Indautxu, Zorrotza (Bilbao), Santa Ana (Getxo) o Getxo (las últimas Elorrieta y Zorrotza), lo que ha debilitado de manera notable el control de la contaminación en una zona con focos de emisión tan importantes como el Bajo Nervión.
Resulta elemental por todo ello que el Gobierno Vasco mejore la medición y la evaluación de la calidad del aire en su Comunidad, y en todo caso no la empeore en la zona más contaminada históricamente.
Una particularidad del País Vasco es que la zonificación de su territorio a los efectos de la evaluación de la calidad del aire es diferente según el contaminante considerado, presentando tres zonificaciones distintas. A los efectos de este informe se ha manejado preferentemente la zonificación establecida para los contaminantes clásicos (partículas, dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre).
Finalizadas las restricciones de la movilidad y la actividad económica derivadas de la lucha contra la COVID-19, el dióxido de nitrógeno (NO2), las partículas PM10 y PM2,5 y el ozono troposférico volvieron a afectar durante 2022 a todo el territorio vasco, superando los valores recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Tras dos años consecutivos de superación del valor límite anual en la ciudad de Bilbao, en 2016 y 2017, el dióxido de nitrógeno (NO2) se ha vuelto a mantener en 2022 por debajo del mismo, registrando la estación orientada al tráfico María Díaz de Haro una concentración media de 29 μg/m3, seguida por la estación Easo de Donostia-San Sebastián, con 27 μg/m3, tan lejos en ambos casos de los 40 μg/m3 establecidos en la normativa como de los 10 μg/m3 recomendados por la OMS. Hay que señalar que la calle María Díaz de Haro está siendo objeto de una remodelación para transformarla en un corredor verde con tráfico limitado, cuya primera fase se ha efectuado en el entorno de la estación, lo que afecta a su representatividad, por lo que debería reubicarse en otra vía con tráfico denso.
En conjunto, la reducción media de los niveles de NO2 en Euskadi durante 2022 fue del 30% de la concentración promedio del periodo 2012-2019 y del 23% en Bilbao, siendo los descensos similares en las estaciones de tráfico, industriales y de fondo. No obstante, todas las estaciones urbanas e industriales del País Vasco excedieron las nuevas guías diaria y anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Las peores situaciones se registraron en las dos estaciones de tráfico citadas. En concreto, la guía diaria (25 μg/m3) se superó en las estaciones María Díaz de Haro de Bilbao y Easo de Donostia-San Sebastián respectivamente en 212 y 166 días, la mitad del periodo anual, rebasando también el nuevo límite anual propuesto por la Comisión Europea (20 μg/m3), al igual que otras seis estaciones del Bajo Nervión (Erandio, Mazarredo, Parque Europa y Sestao), Donostialdea (Ategorrieta) y Alto Ibaizabal - Alto Deba (Montorra).
En relación a las partículas PM10 y PM2,5, todas las estaciones sobrepasaron los valores medios anuales y/o diarios recomendados por la OMS para ambos contaminantes, siempre dentro de los vigentes límites legales, mostrando sus concentraciones medias durante 2022 aumentos respecto al promedio del periodo 2012-2019 del 1% en el caso de las PM10 y el 8% para las PM2,5, debido a la mayor frecuencia de los episodios de intrusión de polvo africano, especialmente en el mes de marzo.
Hay que destacar que la captura de datos fue baja en la estación San Miguel de Basauri (83%, 51 días consecutivos sin medir PM10) y en la estación de Durango (81%, con dos episodios de 29 y 37 días consecutivos sin medir tanto en PM10 como PM2,5).
Los peores registros se obtuvieron en las áreas industriales del Bajo Nervión (Algorta, Barakaldo, Basauri, Bilbao, Erandio, Muskiz, Sondika, Santurtzi), Encartaciones - Alto Nervión (Llodio), Donostialdea (Andoain, Donostia - San Sebastián, Lezo) y Alto Ibaizabal -Alto Deba (Amorebieta), con diecisiete estaciones por encima de los nuevos límites legales anuales propuestos por la Comisión Europea, en un año en que se produjeron respectivamente 50 y 20 superaciones de los nuevos umbrales de alerta establecidos en enero de 2023 por el Gobierno español para las partículas PM10 y PM2,5.
Mención aparte merece la situación en los puertos de Bilbao y Pasaia, cuyas estaciones de medición superaron las recomendaciones diarias de PM10 y/o PM2,5, poniendo de manifiesto un problema con el movimiento de graneles sólidos que puede conllevar una repercusión importan te sobre la calidad del aire de las áreas residenciales próximas de Santurtzi, Getxo o Lezo, como se aprecia en las estaciones ubicadas en estos municipios.
Como en el resto de la cornisa cantábrica, el año pasado aumentaron de forma importante en el País Vasco las concentraciones de ozono troposférico, siempre dentro de niveles moderados, por efecto de las elevadas temperaturas alcanzadas durante el verano. En conjunto, se incrementaron las habitualmente escasas superaciones del valor objetivo legal para la protección de la salud en un 43% respecto al promedio del periodo 2012-2019, siendo en las registradas en 2022 las más altas de la última década, tras 2013.
El empeoramiento de la situación fue en especial relevante en la aglomeración Bilbao - Barakaldo y en los Valles Cantábricos, con un aumento del número de días por encima del objetivo legal superior al 100%. En cambio, el ozono sólo disminuyó en el Valle del Ebro.
Hay que destacar que, como sucediera en 2021, el ozono ha aumentado en algunas estaciones industriales del litoral como Las Carreras, Muskiz y San Julián, en el entorno de la refinería de Abanto (Bizkaia), y Andoain, Lasarte, Usurbil y Zubieta (con sólo cuatro años de registros), de la red del Complejo Medioambiental de Gipuzkoa en Donostia-San Sebastián, posiblemente en relación a las emisiones de compuestos orgánicos volátiles de ambas instalaciones, muy en especial de la refinería de petróleo.
En todo caso, la mitad de las estaciones de la red vasca que midieron ozono registraron numerosas superaciones del valor octohorario recomendado por la OMS, por encima de los 25 días que son la referencia anual (en el promedio de tres años) establecida por la normativa para evaluarlo. Los peores registros se dieron en las estaciones Valderejo (Cuencas Interiores), Urkiola (Valles Cantábricos), Las Carreras y Jaizkibel (Litoral), con respectivamente 88, 63, 42 y 41 días de superación de la recomendación de la OMS. Y todas las estaciones superaron la nueva guía estival establecida por la OMS (60 μg/m3), mostrando la persistencia de esta contaminación entre abril y septiembre.
A diferencia de lo ocurrido por última vez en 2020, ninguna estación superó el más laxo objetivo legal para la protección de la salud en el trienio 2020-2022, habiendo sido en 2022 en general escasas las superaciones del objetivo a largo plazo, salvo en la estación Valderejo, donde se registraron 29 superaciones de este estándar legal, por encima de los 25 días de superación permitidos al año, aunque sin llegar a incumplir este valor en el promedio del trienio citado, por los bajos registros de 2020 y 2021.
Por último, las estaciones Abanto en el Litoral, Monte Arraiz en Bilbao, Andoain y Zalla en los Valles Cantábricos y Valderejo en las Cuencas Interiores, sobre las que tienen una gran influencia las emisiones de la aglomeración y la refinería de Bilbao (y de la aglomeración de Donostia-San Sebastián en el caso de Andoain), sufrieron catorce superaciones del umbral de información a la población, en los episodios del 16 y 17 de junio y del 11 al 14 de julio, coincidiendo con las olas de calor que afectaron en esas fechas a la cornisa cantábrica, sin que el Gobierno Vasco advirtiera a la población afectada del riesgo para su salud, más allá de la publicación de dichas superaciones a posteriori en su página Web.
Las cuatro estaciones de referencia en la Comunidad para la evaluación de los niveles para la protección de la vegetación (Elciego, Mundaka, Pagoeta y Valderejo) superaron el objetivo a largo plazo, aunque no el valor objetivo establecido por la normativa para el ozono durante el quinquenio 2018-2022. En todo caso, conviene señalar que debido a las características climáticas de la mayor parte de Euskadi (inestabilidad frecuente, altas precipitaciones y baja radiación solar) la formación de ozono es moderada, evitando que se alcancen las elevadas concentraciones que tienen lugar en otros territorios del Estado.
Finalmente, hay que notar que para la elaboración de este informe se ha dispuesto de escasa información sobre los niveles de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP) y metales pesados (arsénico, cadmio, níquel y plomo), cuya evaluación es obligada. Dichos contaminantes sólo se han medido en cuatro estaciones de las tres zonas más urbanas (Bajo Nervión, Donostialdea y Llanada Alavesa). Los registros obtenidos se mantienen por debajo tanto de las recomendaciones de la OMS como de los objetivos legales, al igual que las mediciones de benceno repartidas por trece estaciones urbanas e industriales.
El cuadro general que presenta el País Vasco es el de determinados focos de contaminación importantes como son: la zona del Bajo Nervión, debido a la importante actividad industrial que alberga (refinería de petróleo de Muskiz, central térmica de ciclo combinado de Santurce, incineradora de Zabalgarbi), al intenso tráfico motorizado que soporta y al tráfico marítimo del puerto; los polígonos industriales y las centrales energéticas que se distribuyen de manera dispersa por todo el territorio; y el tráfico rodado de Bilbao, Donostia-San Sebastián y Vitoria-Gasteiz. La contaminación generada en estos lugares, al extenderse por los territorios circundantes, afecta a lugares alejados en la forma de ozono troposférico, como es el caso de los territorios comprendidos en las Cuencas Interiores, los Valles Cantábricos o el Litoral.
Como consecuencia, y pese a la significativa mejora de la calidad del aire en los últimos años, toda la población del País Vasco siguió respirando en 2022 un aire perjudicial para la salud según las recomendaciones de la OMS, siendo casi 1,6 millones los vascos (el 70% de la población) afectados por niveles de contaminación superiores a los nuevos límites legales propuestos por la Comisión Europea. Por el alza de las concentraciones de ozono, la totalidad del territorio vasco estuvo también expuesto a niveles de contaminación que dañan la vegetación, con la excepción de la aglomeración Bilbao - Barakaldo.
En 2019, el Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Bilbao iniciaron la elaboración del Plan para la mejora de la calidad del aire en Bilbao, referido a la superación del valor límite de NO2, en la estación María Díaz de Haro durante 2016 y 2017, sin que hasta la fecha se tenga conocimiento de su información pública, aprobación ni publicación. Dicho documento se sumaría a la decena de planes autonómicos relativos a la contaminación por partículas PM10 y/o NO2, aprobados en la década anterior, o al Plan municipal de gestión de la calidad del aire de Vitoria-Gasteiz 2003-2010.
En cambio, no se tiene conocimiento de la aprobación por el Gobierno Vasco de ningún plan de mejora de la calidad del aire, referido a la superación en la última década de los valores objetivo de ozono para la protección de la salud y de la vegetación en la estación alavesa de Valderejo (Valles Cantábricos), persistiendo en el incumplimiento de la legislación ambiental en esta materia. En junio de 2022, Ekologistak Martxan volvió a solicitar a la viceconsejera de Sostenibilidad Ambiental la adopción urgente de este plan.