En la tarde de ayer jueves, se superó en las zonas citadas el umbral de información de ozono, establecido por la normativa en 180 microgramos de ozono por metro cúbico de aire, medidos en una hora. Dicha superación se produjo durante dos horas consecutivas en la estación de control de la contaminación de Arraiz, donde se alcanzaron 182 microgramos por metro cúbico entre 3 y 4 de la tarde y 181 microgramos por metro cúbico entre 4 y 5 de la tarde; así como en la estación Abanto, donde se alcanzaron 187 microgramos por metro cúbico.
La previsión de la superación de este umbral, obliga a las autoridades a advertir a las personas más sensibles a la contaminación atmosférica, tales como niños, ancianos, mujeres gestantes o personas con problemas respiratorios o cardiovasculares, de que se protejan evitando en las horas centrales del día y al atardecer cualquier esfuerzo físico y los ejercicios al aire libre. También deben informar sobre la previsión de evolución de la contaminación, las áreas afectadas y la duración del episodio.
No obstante, ni el Ayuntamiento de Bilbao ni el Gobierno Vasco han avisado a la población de esta circunstancia con la debida antelación, utilizando canales que aseguraran su recepción por los afectados, como los medios de comunicación públicos y privados. La información disponible se limita a un informe disponible en la página Web del Gobierno Vasco, que advierte a posteriori de esta circunstancia y prevé su repetición durante los días de hoy y mañana, no sólo en la aglomeración de Bilbao sino en todo el territorio histórico de Bizkaia.
No es la primera vez que el Gobierno Vasco incumple su obligación legal de informar a la población afectada por un episodio de contaminación por ozono, a pesar de lo cual ni esta administración ni el Ayuntamiento de Bilbao han limitado preventivamente el tráfico motorizado y las principales actividades industriales del Gran Bilbao, muy especialmente la refinería de Petronor, principales responsables junto a la ola de calor del actual episodio.
En opinión de Ekologistak Martxan, se reitera de esta manera el escaso interés con el que las autoridades vascas afrontan la lucha contra la contaminación atmosférica, que cuesta cada año cientos de vidas en Euskadi y graves daños a nuestros bosques y cultivos, ante la completa pasividad de nuestro Gobierno. Una actitud negligente por la que la organización ecologista ha vuelto a solicitar esta primavera la elaboración del preceptivo Plan de Mejora de la Calidad del Aire para reducir la contaminación por ozono, que acumula una década de retraso.
El ozono troposférico, también conocido como ozono “malo” por contraposición al de la estratosfera, es un contaminante secundario producido por la reacción entre el dióxido de nitrógeno y los hidrocarburos emitidos por los automóviles y algunas industrias, en presencia de radiación solar. Por inhalación, provoca irritación de los ojos y vías respiratorias superiores, reducción de la función pulmonar, un incremento del riesgo de enfermedades respiratorias agudas (asma, EPOC) y el agravamiento de patologías cardiovasculares.
La OMS estima entre 1.500 y 1.800 los fallecimientos prematuros anuales en el Estado español producidos como consecuencia de la exposición a niveles de ozono como los registrados estos días en Bilbao y buena parte de Euskadi. El ozono, además de para las personas, es también tóxico para la vegetación, dañando los bosques y reduciendo la productividad de los cultivos.