Lamentablemente, agentes antidisturbios de la Ertzaintza que escoltaban estos vehículos, actuaron con extrema violencia ante todas estas personas solidarias y en el recuerdo de todos y todas quedan las imágenes de numerosas personas injustamente agredidas, ante un hecho tan digno como la defensa de todos los puestos de trabajo.
Esta decisión unilateral por parte de la dirección marcó un antes y un después no solo en la relación con respecto al comité sino también con la plantilla. La empresa comenzó a poner en práctica una dinámica de represalias contra trabajadores que secundaron la huelga e imposiciones contra toda la plantilla en general, que afectaron y afectan negativamente sobre las condiciones laborales. A día de hoy, el clima laboral en las plantas de PCB-ITP está seriamente dañado y la desmotivación y hastío están a la orden del día entre los y las trabajadoras.
Posteriormente a este suceso, se abrieron diferentes escenarios. Además de continuar con las movilizaciones por parte del comité y de personas afectadas que han venido realizando protestas todas las semanas durante más de un año, se dieron numerosos pasos en lo referente a las instituciones desde los ayuntamientos hasta el propio Gobierno Vasco, a través de declaraciones en contra de los despidos.
También llegaron sentencias que declaraban nulos los ERTEs impuestos y la propia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco que también declaraba nulo el despido colectivo. Además se realizaron varios emplazamientos por parte de la representación de los y las trabajadoras a la empresa para dar salida a esta situación, respetando los contenidos de las resoluciones judiciales pero asumiendo esfuerzos por parte de la plantilla y finalizar así con el sufrimiento de los y las compañeras afectadas.
Desgraciadamente, nada sirvió para hacer entrar en razón a una dirección que tenía claro que debía obedecer el mandato de Rolls Royce de realizar despidos por encima de cualquier obstáculo. Esto provocó que la empresa recurriera la sentencia contra el ERE y este próximo 16 de febrero la sala en pleno del Tribunal Supremo debatirá el recurso para dictar sentencia en los siguientes días.
No nos cabe ninguna duda de que la perseverancia y la solidaridad obrera son quienes nos han permitido luchar frente a un gigante como el grupo ITP. Grandes multinacionales que actúan con total impunidad contra los derechos de los y las trabajadoras, contra su futuro, en definitiva contra su vida.
Pero esto no hubiera sido posible sin la inestimable complicidad del Gobierno Vasco. Todas sus actuaciones se han quedado en meras declaraciones institucionales que simplemente les han servido para maquillar su imagen. Todos y cada uno de los contactos mantenidos con responsables de diferentes áreas no han tenido ningún resultado positivo por su falta de responsabilidad para adquirir compromisos en defensa del empleo.
Ni tan siquiera ahora que pretenden entrar en el accionariado del proceso de venta de ITP. Es más, el último contacto mantenido con la Consejería de Empleo para emplazar a la dirección a abordar un proceso negociador y dar una salida justa para ambas partes se realizó en noviembre de 2021. Casi tres meses después, no hemos recibido noticia alguna por parte de esa consejería al menos para saber cuál fue la respuesta de la empresa ante tal emplazamiento.
Comenzamos este camino movilizados y continuaremos movilizados. Hoy estamos aquí recordando lo ocurrido hace un año para rendir homenaje a todos y todas las que participaron en aquel muro contra los despidos. Pero también queremos anunciar que no nos quedaremos de brazos cruzados a la espera de la sentencia. Para el próximo día 16 de febrero el Comité de Empresa trabajará en un planteamiento en rechazo a este despido colectivo que daremos a conocer en los próximos días.
¡EN PCB-ITP NO SOBRA NADIE! ¡LA LUCHA ES EL CAMINO!
