La favorita de los espectadores, recientemente retirada de la alta competición tras 16 años de práctica, a causa de trastornos alimentarios, atesora medallas de todos los metales en mundiales y europeos. Flexible, potente, vitalista, elegante, con amplitud en saltos y giros, expresividad y encanto, regresa al País Vasco, del que es una enamorada, después de ser la atracción en las seis últimas ediciones de la Gala.
Bulgaria presentará dos gimnastas, que resultan el presente y el futuro. Boryana Kaleyn está avalada esta temporada por el subcampeonato de Europa, la quinta posición y diploma olímpico en los J.O. de Tokio y cuarto puesto absoluto en el mundial celebrado solo unos días atrás.
Junto a esta soberbia especialista en pelota y mazas, Barakaldo recibirá a Stiliana Nikolova, nacida en Egipto, de 16 años, un diamante que mima Valentina Ivanova, la entrenadora que le ayudó a ganar en el europeo junior oro en cinta y plata en el ejercicio con pelota.
La niña tiene genes deportivos: su madre, Paulina Nikolova, fue campeona del mundo con el conjunto de Bulgaria (1985) y su padre, Ilya Dyakov, jugó con Bulgaria el mundial de fútbol de México (1986).
Khrystyna Pohranychna y Viktoriia Onopriienko, ambas 18 años, son producto maravilla de la última generación de gimnastas de Ucrania, dejando huella al ser novena y décima en los pasados Juegos Olímpicos. Pohranychna fue plata en los Juegos Olímpicos de la Juventud (Buenos Aires, 2020) y Onopriienko, vencedora de la final del Grand Prix del pasado año y de la Deriugina Cup por delante de la gran Alina Harnasko