En el peor momento de la cuarentena por el coronavirus fueron 1.239 los puestos de trabajo destruidos en relación al mes inmediatamente anterior a la declaración del estado de alarma. Es decir, al terminar febrero de 2020 había 6.465 personas desempleadas en Barakaldo y sólo tres meses después, a finales de mayo, el número se había disparado a 7.704.
Con la evolución de la pandemia, pese a los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) que evitan los despidos, únicamente han vuelto a trabajar el 51% de quienes se han quedado desempleados por la crisis del covid19, y además desde comienzos de 2021 ha empezado el habitual aumento de paro, que normalmente continúa hasta que arranca la temporada de verano, en junio, y empieza a crearse trabajo.
De hecho, en marzo de 2021 se han perdido 84 empleos, que es el peor dato desde 2015, si no se tiene en cuenta el marzo de 2020, con el estado de alarma, cuando de la noche a la mañana desparecieron 589 puestos de trabajo, una cifra que ni siguiera se alcanzó en lo peor de la crisis económica mundial que arrancó en 2008.