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La recogida solidaria de Barakaldo logra reunir más de 180 cajas con juguetes de segunda mano

Comunicado del Ayuntamiento de Barakaldo La ciudadanía barakaldesa ha vuelto a responder de forma positiva a la iniciativa promovida por el Ayuntamiento para recoger juguetes de segunda mano con fines solidario. El tradicional Rastrillo Infantil Solidario, donde anualmente se implican más de 500 escolares de Primaria vendiendo sus propios juguetes no ha podido llevarse a cabo debido al Coronavirus. En su lugar, el Área de Cultura, Educación, Euskera y Juventud puso en marcha una recogida solidaria de juguetes que ha logrado llenar más de 180 cajas. La recaudación se destinará al proyecto social de Cáritas Koopera, que venderá a precios sociales los juguetes en sus tiendas físicas repartidas por todo Bizkaia, incluido Barakaldo.

La recogida solidaria se llevó a cabo el pasado fin de semana en Clara Campoamor. "Nos ha dado mucha pena no poder celebrar el Rastrillo Infantil solidario, una iniciativa en la que las y los escolares ponen mucha ilusión. Pero recogimos el guante que nos llegó desde varias Asociaciones de Padres y Madres y realizamos un llamamiento a la ciudadanía para que colaborase en una recogida de juguetes que pudiese ayudar este año, en el que precisamente por la pandemia veíamos más necesario que nunca poder contar con juguetes a precios sociales", ha indicado la alcaldesa Amaia del Campo. "Una vez más Barakaldo ha respondido a la llamada solidaria que hemos realizado", ha remarcado. "Ha sido una respuesta muy buena, y desde el Ayuntamiento queremos dar las gracias a todas las personas que han colaborado en hacer posible que la magia de la Navidad pueda llegar al mayor número de hogares posible".

PROYECTO SOCIAL KOOPERA
La recaudación de la venta de estos juguetes irá destinada al proyecto social de Cáritas Koopera. Se trata de un proyecto en el que personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad trabajan a través del comercio de segunda mano abriendo tiendas en diferentes municipios. De esta manera, se genera empleo dirigido a personas vulnerables y se ofrece una salida social a aquellos productos que les son donados o que son recogidos en los diferentes contenedores instalados en muchos municipios (los blancos). Los precios a los que se venden estos productos cumplen también la consigna social pues permiten a muchas personas adquirir los mismos a un precio ajustado.