Fue precisamente el arrestado quien dio la voz de alarma. Z.C. se presentó en la comisaría de la Policía Local con el torso desnudo y sangrando abundantemente de las manos y los brazos. Según su versión, los cortes se los había efectuado otro joven en una lonja.
Los agentes salieron de inmediato en busca del otro varón en el entorno indicado y se encontraron a un hombre con una herida punzante y en estado inconsciente, pero con pulso. Se avisa entonces a dos ambulancias.
Los policías buscan por la zona las posibles armas que hubieran podido utilizar en las agresiones y aparecen, por un lado, justo en el reservado de estacionamiento frente a la comisaría y bajo el X-7, un cutter y una navaja manchadas de sangre, que presuntamente se habrían utilizado en la pelea, y por otro lado, al acercarse a la lonja de donde presumiblemente se había acercado a comisaría Z.C., encuentran frente a la puerta y clavado en un macetero, una aguja que pudiera haber sido usada también en la trifulca.
Posteriormente, llegan los sanitarios y se hacen cargo primeramente del varón con la herida punzante y deciden trasladarle al Hospital de San Eloy. Estando los agentes todavía realizando una inspección visual por la zona, aparece otro varón con cortes en los brazos que, según indica, ha estado también involucrado en la trifulca. También requiere atención médica, por lo que se le traslada al hospital de Cruces. Los sanitarios una vez evalúan y realizan una primera cura al Z.C., le indican que acuda al centro hospitalario de San Eloy para que le terminen de curar las heridas.
En vista de la declaración de un testigo, el cual afirmaba que los tres varones que presentan heridas han estado peleando entre ellos y que ha sido Z.C quien ha agredido a los otros dos individuos, se procede a detenerle y acompañarle hasta San Eloy mientras se trata de esclarecer los hechos con los otros dos implicados.