Un tanto curioso, que a día de hoy no podamos entrar en la fase 1 tal y como está diseñada, y que sin embargo hace algunas semanas, según el criterio del Gobierno Vasco, se dieran las condiciones idóneas para que las trabajadoras de sectores no esenciales volvieran al trabajo. Por primera vez en lo que va de crisis, el Gobierno Vasco se mostraría más cauto que el Gobierno Español, muy probablemente por miedo a que un rebrote pudiera empañar sus intenciones de celebrar las elecciones autonómicas en Julio. Moraleja, cambiamos de fase, pero sin cambiar, podéis ir a trabajar, pero no podéis ir a pasear al monte o a la playa si tenéis que salir de vuestro municipio. Toda una sin razón que responde a intereses electorales más que a intereses sanitarios.
Está claro, que el éxito para que el desconfinamiento se desarrolle sin repuntes de contagios reside en la responsabilidad colectiva, pero sería injusto que todo el peso recayera sobre la población, cuando la administración es la que cuenta con los datos epidemiológicos y sanitarios sobre la pandemia, gestiona los medios para hacerla frente y es quien toma las decisiones. En este sentido, es importante que las instituciones tomen las medidas oportunas para que en la llamada fase 1 la relajación de las restricciones se haga con la mayor seguridad posible para la salud de todas. La semana pasada, mediante un artículo de opinión, hacíamos publica una serie de ideas para aliviar las aglomeraciones de gente en las calles de nuestro municipio, que se centraban principalmente en adecuar las vías del municipio para ganar espacio para peatones y bicicletas, reduciendo el tráfico rodado si fuera necesario. Reivindicaciones que también han sido expresadas por asociaciones ciclistas y ecologistas previamente.
Si bien el Gobierno municipal ha actuado de manera unilateral durante toda la crisis, sin tener en cuenta las propuestas de la oposición, nos alegra ver que han recogido el guante lanzado por EH Bildu a este respecto, y han implementado ciertas medidas para adecuar vías del municipio para el tránsito de peatones. Dentro de estas medidas, el Gobierno Municipal plantea el cierre de ciertos bidegorris (el de la ría y el que va hacia el Regato) para dar más espacio a los peatones en los momentos de más afluencia (por ahora, de 20:00 a 23:00 de lunes a sábado, y durante todo el día los domingos). Lo que en un principio podría parecer una buena medida, una vez más, relega a un segundo plano los derechos de las personas ciclistas, y más importante si cabe, la posibilidad de los niños y niñas a andar en bicicleta por lugares seguros. Podría ser lógica la aplicación de esta medida en la franja horaria para hacer deporte, mandando a las ciclistas a la carretera, pero no es entendible su aplicación en la franja horaria para los niños y niñas, a no ser que viniera unida al cierre de ciertas carreteras por donde pudieran circular en bicicleta. Desde el inicio de esta crisis, los niños y niñas han sido uno de los sectores más perjudicados, fueron ellas las primeras en empezar el confinamiento, y son ellas las que a día de hoy menos tiempo pueden disfrutar de actividades al aire libre. No tendría ningún sentido que ahora que pueden salir a la calle, además no pudieran disfrutar de los bidegorris para andar en bicicleta de manera segura. ¿No sería más lógico que los domingos se cerraran ciertas carreteras para que los niños y niñas pudieran andar en bici, y reservar los bidegorris para aquellas familias que solo quieran pasear? Una vez más, para hacer frente a esta pandemia, se promueven medidas pensadas por y para personas adultas, que no tienen en cuenta las necesidades de las más pequeñas.
En este sentido, existen ejemplos donde todas las personas están en el centro de las decisiones, no hay más que mirar el modelo impulsado en ayuntamientos gobernados por EH Bildu, como en Orereta, donde se han realizado propuestas y recomendaciones concretas para la salida a la calle centradas en las niñas y niños. Démosle una vuelta. Primemos la salud, impulsemos medidas que busquen la convivencia entre personas adultas y niños/as, en la que todas podamos disfrutar de la calle, aunque sea por unas pocas horas.
Liher Imaz, concejal de EH Bildu en Barakaldo.
