por EH Bildu
Barakaldo dispone ya de presupuestos para el año 2018. Un secreto a voces que se confirmaba en la Comisión de Hacienda del pasado 26 de enero y que se hacía oficial en el pleno extraordinario celebrado el jueves de la semana pasada, y que salen adelante gracias a los votos favorables de PNV y PSE, en contra del resto de los grupos municipales que representamos a las vecinas y vecinos de Barakaldo en el consistorio.
Por tercer año consecutivo, el rodillo del “pacto de estabilidad” suscrito entre PNV y PSE es el único argumento para imponer al conjunto del municipio unas cuentas que presentan un déficit de 3´5 millones de euros, que el interventor municipal alerta que supone el incumplimiento del principio de estabilidad presupuestaria y que vuelve a dar la espalda a la ciudadanía, especialmente a las personas que peor lo están pasando, al no garantizar que tengan cubiertas sus necesidades básicas en derechos fundamentales como los derivados del ámbito de la acción social.
Un pacto, recordemos, que el PSE rompía en julio del año pasado, pero que se mantiene indestructible cuando el dinero es la variable en liza, y el objetivo prioritario perpetuar el estatus quo de ambas formaciones, a través de un modelo de gestión que comparten, y que se traduce en el aumento progresivo de la brecha de la desigualdad social que continúan fomentando. Las políticas económicas del PNV-PSE, las de las privatizaciones sistemáticas e injustificadas de los servicios públicos, en beneficio de una élite minoritaria y su red clientelar, pese al detrimento y el prejuicio de la inmensa mayoría.
Desde EH Bildu Barakaldo siempre hemos mantenido el compromiso de trabajar por y para las personas, para la consecución de políticas que nos permitan avanzar en la construcción de una sociedad más justa y solidaria, en la que se respeten y se garanticen los derechos y las necesidades de todas y todos.
Por eso, nuevamente, trabajamos en la elaboración de una enmienda a la totalidad devolutiva de los presupuestos y en 13 enmiendas parciales centradas en ejes estratégicos que estamos convencid@s que mejorarían la vida del as vecinas y vecinos, recogiendo el guante lanzado por la alcaldesa, Amaia del Campo, invitando nuevamente a los grupos de la oposición, al margen del PSE, a presentar enmiendas con objeto de llegar a acuerdos.
Años atrás, PNV y PSE votaron en contra de todas y cada una de las enmiendas que presentamos el resto de grupos, bajo la excusa de no haberlas sometido a contraste y debate previo.
Pues bien, con objeto de eliminar de raíz este argumento, EH Bildu solicitamos reunirnos con el PNV para exponérselas y tratar de alcanzar consensos.
Los contactos se produjeron de manera formal hasta en tres ocasiones, con el único discurso por su parte de la imposibilidad de tomar decisiones en el ámbito local sin la consulta y el aval del Bizkai Buru Batzar, y sin habernos aportado en ningún momento una respuesta definitiva a nuestras propuestas. Conclusión: Barakaldo está gobernado desde Sabin Etxea y el objetivo único es la salvaguarda del pacto de gobierno con el PSE, que les garantiza las mayorías para sacar adelante sus intereses particulares.
Así se evidenció en la Comisión Informativa del Área de Hacienda, en la que el binomio PNV-PSE se limitaron a votar en contra a todas las propuestas que presentamos el resto de los grupos. Sin debate, análisis, ni justificación alguna más allá de ser ajenas a las suyas. Pese a redundar en beneficio de la ciudadanía.
Por ello, desde EH Bildu consideramos que era el momento de decir basta. Y acordamos ausentarnos del Pleno Municipal en el punto en el que se sometiese a aprobación el proyecto de presupuestos 2018, por ética. Puesto que participar de la votación, aunque sea para votar en contra, es avalar un sistema del que se vienen amparando PNV y PSE, principalmente, históricamente en Barakaldo, para perpetuar su modelo de gestión, ignorando al resto de formaciones políticas y pasando por encima de las verdaderas necesidades de las vecinas y vecinos de Barakaldo.