La última mañana de las fiestas de Barakaldo de 2017 ha devuelto la tranquilidad a las calles del centro urbano con una feria agrícola que ha recibido la visita de cientos de personas. Varias decenas de puestos, en número inferior a otras fiestas, como las del barrio de San Vicente, ofrecían hortalizas, verduras o miel, además de plantas o productos elaborados como queso, pan o pasteles. Los tenderos señalaban en algunos casos que sus expectativas no se habían cubierto, mientras en otros, ya con experiencia en esta convocatoria de la fiestas generales, habían logrado colocar prácticamente todo el producto para la ocasión, que siempre es inferior a convocatorias a otras localidades. Mientras tanto, en Herriko Plaza, las familias se fotografiaban con los gigantes o con la mascota festiva Jolín, ademas de asistir al concierto de chistularis con la banda municipal y músicos de otras agrupaciones, así como bailarines del grupo de danzas Laguntasuna.