por el Partido Socialista
La alcaldesa ha convertido Barakaldo en la viva imagen del descontento social. El mejor ejemplo es que los plenos municipales se vienen celebrando a puerta cerrada, porque los vecinos y vecinas que protestan son desalojados del salón e incluso expulsados del Ayuntamiento. Lo nunca visto… Basta con salir a la calle para percatarse del creciente malestar vecinal. Cada vez son más las movilizaciones contra la gestión de la alcaldesa: la comunidad escolar de La Milagrosa ante el cierre del centro, los trabajadores y trabajadoras del Taller Usoa y la OTA por el bloqueo en la negociación de su convenio, el cabreo de los familiares de los mayores de la residencia Miranda por el aumento del precio y el empeoramiento de la atención…
Por si fuera poco, más de 4.500 personas han firmado un documento denunciando la inacción del PNV ante la situación de inseguridad ciudadana, se ha organizado un simulacro de presupuesto participativo y hasta se ha suprimido el servicio de urgencias sociales. Día sí y día también, nuestra ciudad se llena de lemas contra la gestión del PNV. Y pleno tras pleno hay más iniciativas de la oposición que del Gobierno. ¿Extraño, verdad?
A todo ello se le unen las promesas incumplidas, mesas de trabajo que solo se reúnen una vez (como la de la Variante Sur Ferroviaria) y la acumulación de contratos en situación irregular; desde la gestión del centro de día de La Paz hasta el Servicio de Ayuda a Domicilio, pasando por la recogida de basuras o la reparación de averías en la red de aguas.
Los socialistas estamos preocupados por la deriva de la gestión municipal. Y lo estamos también por la situación de los trabajadores y trabajadoras. El PNV usa el procedimiento de subasta de forma habitual; es decir, adjudica servicios a las empresas que hacen la oferta más barata, lo que no garantiza los derechos laborales de los empleados y empleadas. Eso cuando no contrata ‘a dedo’ a empresas de su elección. ¿Y mientras, qué hacen los concejales del PNV? Echar la culpa de todo a los funcionarios. Así que los sindicatos del Ayuntamiento han pedido respeto en un escrito conjunto. El mismo respeto que pedimos nosotros hacia los vecinos y vecinas de Barakaldo. Y es que merecemos una gestión más eficaz y rigurosa.
