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El Regato vive un caluroso domingo de fiestas entre el deporte de aventura y la feria agrícola

Fiestas de El Regato
Ainhoa observa desde la orilla del río —con un hilo de agua— cómo un joven y un niño tras otro intentan conseguir el pañuelo rojo sin conseguirlo. La cucaña de las fiestas de El Regato no está untada de jabón ni de aceite, pero pocos son los que consiguen avanzar si quiera un poco antes de resbalar hasta el suelo. El sol golpea con fuerza pero los árboles de la ribera salvan a los observadores. Sin empezar el concurso, Jose ya advierte de que la cosa va a estar complicada. No hay guantes ni protecciones que ayuden en la escalada debido a lo resbaladizo del tronco. "Ya lo tienes, te queda nada", ironizan los mozos mientras observan al compañero que apenas ha levantado los pies del suelo y ya está de nuevo en tierra. Arturo lo intenta una vez y otra, pero nada. Los más pequeños son más insistentes. Aritz va una, dos y hasta tres veces. Andoni, con Errekatxo escrito en su camiseta, demuestra que quizá no sea imposible. A metro y medio del pañuelo no le queda más remedio que ceder. "No puedo más", exclama Eñaut impulsado por su padre. Urtzi casi lo logra y se queda sólo a un palmo. No hay manera. "No te rindas", le dice Ainhoa a los pequeños que se esfuerzan por subir. Mientras su hijo lo intenta, señala que su hija, que no está, es capaz de escalar cualquier cosa. La madre tampoco se lo piensa dos veces. Tras darte todo el mundo por rendido, en encarama al poste y casi sin dar tiempo a reaccionar tiene el paño rojo en su mano. De tal astilla, tal palo. Ajenos a la victoria inesperada, del otro lado del río, a donde han llegado los niños lanzados en tirolina desde la valla del cementerio y en donde se celebra el mercado artesano y gastronómico, el grupo de danzas da color a las fiestas y las cuadrillas preparan sus pinchos y marmitako para el concurso. El jurado se enfrenta a 11 pinchos y a ocho cazuelas, una de ellas hecha puré. La "deconstrucción de marmitako" se llevar el tercer premio de pincho, la tosta de anchoa —muy salada— logra el segundo y el pincho de Maricarmen con calabacín, tomate y queso de cabra se impone. También queda en el pueblo el premio de marmitako. Maricarmen queda esta vez tercera, la cazuela seis se va con el segundo y la ocho se lleva el trofeo. Dice la cuadrilla que se llama 'No te toco ni con un palo'.
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> 12/08/2016. El Regato pone en marcha sus fiestas con cerca de 200 vecinos y visitantes
> 13/08/2016. El Regato celebra sus fiestas con una comida popular con cerca de 200 participantes

Programa de fiestas de El Regato





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