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Carmen Torres Ripa | escritora
"Barakaldo aparecerá en mi próxima novela"

Carmen Torres Ripa

Mariela Estévez Campos | fotos cortesía de Carmen Torres Ripa

La periodista y escritora barakaldesa Carmen Torres Ripa (1945) acaba de publicar su tercera novela ‘La dama del cisne’. La presentación estaba prevista para la Feria del Libro de Bilbao el 4 de junio, pero se tuvo que aplazar al serle diagnosticado un cáncer. Prácticamente recuperada, aunque convaleciente de la operación, la autora recupera poco a poco la normalidad y prepara la gira de promoción de la obra que realizará en otoño, mientras planea su próximo libro en el que, esta vez sí, habrá un lugar para Barakaldo.

"El Barakaldo que yo viví ya no está"


La autora presenta en ‘La dama del cisne’ una aproximación a la vida de Leonardo da Vinci con una trama de intriga que combina hechos históricos y elementos fantásticos, personajes ficticios y reales tanto de la actualidad como del pasado. Una historia sumergida en todo lo que rodea al mundo del arte y envuelta por la música de Prokófiev, Rachmaninov y Schöenberg, entre otros.

Torres Ripa, que es madre de seis hijos, ha trabajado en La Gaceta del Norte (junto a su primer marido, José María Portell, el primer periodista asesinado por ETA, en 1978), El Correo, ETB, Telecinco o Radio Euskadi, entre otros, y ha publicado otras dos novelas, ‘Leonora’ (2000) y ‘La mujer de las nueve lunas’ (2011).

Pregunta. ¿Cómo surgió la idea de escribir esta obra?
Respuesta. Me molestaba mucho que en todas las imágenes que conocíamos de Leonardo da Vinci apareciese como un viejo de largas barbas, cuando en su juventud fue el adolescente más guapo de Florencia, además de un excelente conversador que todo el mundo deseaba tener en sus tertulias y en sus celebraciones. Así que decidí bucear en su historia.

P. ¿Qué más se puede encontrar en ella?
R. En la novela están presentes también mis inquietudes sobre la vida y la muerte, sobre la heterodoxia sexual y, por supuesto, la mitología, que siempre me ha fascinado. Todo ello mezclado es ‘La dama del cisne’.

P. ¿Cuál fue el reto más importante que le planteó?
R. Hubo unos cuantos, pero algunos no los puedo contar sin destripar la novela. Uno de ellos por ejemplo fue cómo expresar la idea de la permanencia del genio, ¿por qué tiene que desaparecer el hombre genial? Como anécdota puedo contar que regalé un ejemplar de la novela al doctor que trató mi cáncer y cuando volví a su consulta me esperaba con un libro ilustrado de los dibujos anatómicos de Leonardo. Me dijo que era su libro de cabecera como médico y que nadie ha dibujado jamás el interior del cuerpo humano como el genio florentino.

P. ¿Cómo se documentó para escribirla?
R. Viajé a Amboise y vi la casa en la que Leonardo pasó sus últimos años. Visité el lugar donde estuvo su estudio en Florencia y allí pedí una guía que conociese bien el lugar. Por supuesto, estuve en el Louvre. Creo que se pueden imaginar las historias pero los lugares deben ser reales y a mí me gusta documentarlos a fondo. Para este libro esa labor fue de varios años.

P. ¿Entró en ese trabajo previo su relación con Erik el belga?
R. Cuando estaba con el libro decidí que necesitaba un ladrón y falsificador de arte. Todas las búsquedas de Internet me llevaban a Erik el belga y me enteré de que vivía en Málaga, donde también están dos de mis hermanos, así que contacté con él y amablemente accedió a comer conmigo. Resultó ser un hombre fascinante, un extraordinario pintor con un profundo conocimiento del mundo del arte que me aportó mucha información para la novela.

P. ¿En qué género enmarca su obra?
R. Supongo que fantástico histórico. La novela narra la vida de Leonardo recreada por mí. Hay personajes reales que se entremezclan con otros totalmente imaginarios. Obviamente Leonardo y su maestro, Verrocchio, son personajes auténticos, pero no es verdad que éste último tuviera una hija llamada Leda.

P. ¿Entonces la Gioconda nunca estuvo en poder de Hitler?
R. Ja ja ja. Eso me lo inventé, igual que otras muchas cosas que podrían haber ocurrido pero no lo hicieron. Es todo pura fantasía.

P. Hay una cierta vocación divulgativa en su novela. ¿Está relacionada con su profesión de periodista?
R. Soy periodista desde hace mil años y he ejercido y aún ejerzo como tal. Imagino que eso se trasluce en mi forma de escribir. Pero mi intención no es dar lecciones ni dejar moralejas, busco contar una historia que sea entretenida.

P. ¿Por qué la música está tan presente en la obra?
R. Porque me encanta. No sabría escribir sin música. Cada parte del libro me evoca un fragmento musical. El arte, la música y los aromas están siempre presentes cuando escribo.

P. ¿Por qué Prokófiev, Rachmaninov y Schöenberg, tan lejanos a la época?
R. No me gusta la música renacentista. Sin embargo, ‘Romeo y Julieta’ de Prokófiev, por ejemplo, evocaba el ambiente que estaba imaginando al escribir. Para algunas escenas escuché una y otra vez la ‘Danza de los caballeros’ de ese ballet.

P. ¿Por qué los capítulos tienen nombre de colores?
R. Son los colores del arco iris y la unión de todos ellos es el blanco, el color más puro, la luz.

P. La novela tiene repetidas alusiones a Bilbao pero no aparece Barakaldo. ¿Incluirá a la anteiglesia en la siguiente?
R. No encontré la fórmula para incorporarla. Pero en la próxima irá seguro. Ya tengo medio pensada la idea.

P. Pensando ya en una nueva novela. ¿No va a tomarse un descanso?
R. El día en que yo me pare sí que será para preocuparse.

P. ¿Ve posibilidades cinematográficas a ‘La dama del cisne’?
R. Por supuesto. Siempre he creído que en esta novela hay un guion.

P. ¿Qué actores interpretarían a los protagonistas?
R. Como soñar no cuesta dinero, pienso que Leonardo puede ser Travis Fimmel de la serie ‘Viquingos’ o Hugh Jackman. Maurice podría ser Bradley Cooper o Brad Pitt, y Leda, una magnífica Angelina Jolie. Para el periodista, Tom Cruise.

P. Recomiende su obra a los que aún no la han leído
R. Leer siempre es un placer y esta novela les ofrece la posibilidad de olvidar lo que les rodea para meterse en una historia fantástica sobre un personaje complejo y fascinante.


"El Barakaldo que yo viví ya no está"

P. ¿Hasta qué punto ha sido determinante Barakaldo en su formación?
R. En la anteiglesia no se podía estudiar Bachillerato, así que he vivido desde muy joven en el tren de las ocho menos cuarto a Bilbao a dónde iba a estudiar. En ese tren he pasado mi adolescencia y juventud leyendo, he leído en él hasta ‘Guerra y paz’. De Barakaldo tengo una mezcla de recuerdos que ya no existen. Ya no está la capilla del Carmen donde hice la primera comunión. La calle Portu donde íbamos a comprar con la tienda de telas de Fermina de Argüelles, Juli que tenía los mejores perfumes, el quiosco de la plaza. Todo eso ya no existe. Ya no están el cine Fantasio ni el Guridi. Los Fueros donde los adolescentes íbamos a pasear.

P. ¿Cómo lo ve ahora?
R. Cuando voy ya no encuentro el Barakaldo que yo conocía. Por una parte está mucho más bonito, especialmente la parte de los Altos Hornos, pero el lugar que yo viví ya no está.

P. ¿Cuál es su relación actual con la localidad?
R. Todos los años la visito en junio para la entrega de los premios José María Portell que organizan los Salesianos. Me encuentro con los miembros del Ayuntamiento y con mucha gente querida del pueblo.

P. Cuando uno busca su nombre en internet, precisamente la primera entrada es el nombre de su primer marido, José María Portell. ¿Abruma ser más conocida por la condición de viuda que por su labor profesional?
R. Me encanta. José Mari fue mi maestro, mi amante. El amor no se acaba nunca aunque vengan otros amores.

P. Los dos barakaldeses. ¿Cómo se conocieron?
R. Yo tenía 13 años y quería estudiar periodismo. Mis padres me llevaron a hablar con el hijo de los del Bazar Siglo XX que ya era periodista, para que me dijese lo que había que hacer. Jose Mari, que era 12 años mayor que yo, le dijo después a uno de sus amigos “con esta niña me voy a casar”. Ocho años después nos casamos.

P. ¿Cómo se compagina una carrera profesional tan prolífica como la suya con la carrera no menos dura de ser madre de seis hijos?
R. Con ayuda. Gracias a Charo, una mujer que llegó a mi casa con 14 años y ahora tiene 54. Cuando eres periodista sabes a qué hora llegas a la redacción pero nunca a qué hora vas a salir. Sin el apoyo de Charo hubiese sido prácticamente imposible.

P. Y recientemente le han diagnosticado un cáncer. ¿Cómo se encuentra?
R. Cada vez mejor. En otoño retomaré las presentaciones del libro que tuve que interrumpir por la enfermedad y volveré a la normalidad.

P. ¿Siempre busca lo positivo en la vida?
R. Por supuesto. Centrarse en lo negativo sólo sirve para ser desgraciado. Hay que rodearse de gente que transmita paz y felicidad.