Miles de personas han cumplido con la tradición y se han acercado hasta la ermita de Santa Águeda y su campas y montes adyacentes en una jornada soleada. Desde Cruces o desde el barrio de Kastrexana, que este domingo concluye sus fiestas, han subido hasta la ermita. A mediodía la subida desde el barrio de Cruces se ha visto desbordada por la masiva afluencia de personas. En algunos momentos, los que subían no podían moverse por la gente que comenzaba el descenso, algún vehículo que estrechaba el paso y, sobre todo, por la gran cantidad de personas que ya ocupaba la explanada frente a la ermita. La subida desde Kastrexana, en cambio, estaba más despejada. Y después del esfuerzo para subir hasta la ermita, a reponer fuerzas con un buen bocadillo o un talo con chorizo o morcilla.
