En Euskal Herria existe una profunda preocupación por la situación que viven las personas mayores más frágiles, muchas de ellas usuarias de centros asistenciales y de servicio de ayuda a domicilio, por la insuficiencia de pensiones mínimas miserables y los recortes, privatización y encarecimiento de servicios públicos esenciales.
Las asociaciones de familiares de residentes de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba, junto con el Movimiento de Pensionistas denunciamos que la realidad del colectivo de personas mayores en Euskal Herria dista mucho de los discursos autosuficientes de DDFF y Gobierno:
- La aplicación de la legislación vigente y los recortes de los últimos años no cubren la demanda social de servicios ni las necesidades de las personas usuarias como de las trabajadoras.
- El sector sociosanitario es un sector feminizado, la mayoría son mujeres, con unas condiciones precarias e indignas.
- Los afanes privatizadores y economicistas de las distintas administraciones, han derivado en un modelo de negocio y lucro, basado en criterios mercantiles que buscan la rentabilidad económica.
- La gestión desde el inicio de la actual pandemia, ha convertido las residencias en centros de aislamiento, donde se han vulnerado y se siguen vulnerando sus derechos como personas.
Denunciamos la falta de coordinación sociosanitaria y exigimos la obligatoriedad de unidades sociogeriátricas y sociosanitarias en los centros residenciales. Solicitamos un modelo de calidad con criterios claros de proceso y resultados, así como planes de atención individualizados, que sean de obligado cumplimiento, no recomendaciones.
Exigimos a las Administraciones que dejen de mirar hacia otro lado, y que a través del diálogo y la participación de los agentes sociales se abran a repensar un modelo de cuidados público universal, cercano, digno y de calidad.
Exigimos pensiones públicas dignas justas y suficientes que permita a las personas acceder a unas condiciones de vida dignas.
Hoy 1 de octubre recordamos a las numerosas personas que han fallecido por COVID y de pena, en las residencias, una gran parte del total de fallecidos, así como a sus allegados por el sufrimiento añadido a las circunstancias en que se han dado estos decesos.
Por estas razones el día 1 de Octubre hemos salido a la calle en las cuatro capitales y muchos pueblos de Euskal Herria. Y así lo seguiremos haciendo hasta conseguir nuestros objetivos