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Condenado a cinco años de prisión un asesino por clavar un vaso en el cuello a una persona

Moto de la policía local de Barakaldo
En 2010 ya había sido condenado a 15 años por asesinato La víctima del intento de homicio ha quedado con 14 cicatrices en el cuello, cabeza y pecho 
La Audiencia Provincial de Bizkaia ha condenado a cinco años de prisión a un varón de 49 años de Barakaldo que rompió un vaso de cristal y se lo clavó a otro individuo en el curso de una discusión junto a un bar de la avenida de la Libertad en 2015. El tribunal considera al acusado autor de un delito de homicidio en grado de tentativa y además de la pena de cárcel establece que debe pagar una indemnización de 18.000 euros a la víctima en concepto de lesiones y secuelas. Así mismo le imponerle inhabiliación para ser candidato en elecciones y prohibición de acercarse a menos de 500 metros al agredido durante seis años. El ahora sentenciado, que había sido previamente condenado, en 2010, a 15 años de cárcel por asesinato, había aceptado previamente la condena que ahora se le ha impuesto. También estaban de acuerdo la acusación y la fiscalía, que inicialmente había solicitado nueve años de prisión.

Archivo |
> 21/09/2015. Herido grave un varón al ser atacado con un vaso roto en el cuello cerca de la yugular


Según los hechos probados que recoge el fallo judicial, el suceso se produjo el 20 de septiembre de 2015 cuando el agresor coincidió con la víctima. El que iba a ser agredido dijo a un acompañante que el ahora condenado había matado en el pasado al hermano de un amigo suyo. El autor del asesinato reaccionó riendo. "¿De qué te ríes? Me cago en Dios, ¡te voy a matar!", replicó el autor del comentario.

En ese momento, el agresor, "con ánimo de atentar contra la vida" de la víctima, rompió un vaso de cristal y se lo clavó repetidamente en el cuelo mientras decía "te mato, te mato". Cuando el herido cayó al suelo, le empezó a dar patadas y le intentó clavar de nuevo el cristal en el costado cuando la víctima se reincorporó.

Los cortes no afectaron a órganos vitales, pero la sentencia advierte de que "dada su localización y profundidad de las heridas, principalmente la región cervical, ocasionaron un importante riesgo potencial que existió para la vida del paciente, por subyacer en esta localización estructuras vitales como grandes vasos arteriales y venosos".

Tras ocho horas en el hospital y 21 días de recuperación, el agredido sufre como secuelas molestias y 14 cicatrices en el cuello, cara, cabeza y pecho. El agresor estuvo siete meses en prisión tras el arresto y después quedó en libertad provisional, con orden de alejamiento de la víctima y obligación de presentarse dos veces al mes en el juzgado.